La Preciosísima Sangre de Cristo.
Padre Todopoderoso y Eterno, la magnitud de tu Amor por nosotros está completamente reflejada en el regalo a la humanidad de tu Hijo unigénito. Él no sólo es igual a Ti sino uno Contigo. Estamos en deuda Contigo y esto es evidente.
Obviamente no podemos pagarte como te mereces. Pero pedimos Tu gracia mientras mostramos nuestro deseo de amarte en esta adoración.
Agradecemos tu benevolencia y pedimos tu continuo amor bondadoso, para ayudarnos a mostrarte un gesto de amor y gratitud más satisfactorio a través de un cambio de vida para mejor. Que el Arcángel San Miguel con tus ejércitos de Ángeles y Santos nos acompañen y nos acerquen a Ti a través de esta adoración. Hacemos esta oración por Cristo Nuestro Señor. Amen.