VIRGEN DE GUADALUPE
Virgen de Guadalupe, Santísima Señora,
la mas tierna, la mas compasiva de las Madres,
dulce esperanza del afligido,
clemente y bondadosa con el necesitado
y siempre dispuesta a darnos su amor y auxilio,
tu que estas tan íntimamente unida al Sol de la Divinidad
y estas llena de gracia, caridad y bondad
no dejes de acordarte de nosotros
en todos los instantes de nuestra vida,
y en especial, hoy que miramos con devoción y ternura
vuestra imagen llena de hermosura, pureza y humildad
no dejes de mandarnos un rayo de luz a nuestras vidas.
Santísima virgen Marías de Guadalupe,
que te apareciste en la colina de Tepeyac
para reconciliar a la humanidad con Dios
y desde allí nos aseguraste que mostrarías tu amor,
tu piedad, tu compasión y auxilio,
a los que te acudieran a ti solicitando ayuda
en sus carencias, penas y dolores,
¡ruega por nosotros ante Dios Todopoderoso!
Tu Madre, que con tus amorosas y benéficas manos
no dejas de abogar en favor nuestro,
y eres nuestro consuelo, nuestro alivio,
en medio de las tribulaciones y desventuras
que padecemos en nuestra vida cotidiana,
¡ruega por nosotros a tu Santísimo Hijo!
Tú que siempre estas dispuesta a favorecernos
sin importar nuestra clase o condición
recibe hoy mi especial afecto y devoción
Nuestra Señora de Guadalupe,
¡ruega por nosotros al Espíritu Santo!
A tu corazón, todo amor y bondad recurro,
y ante tu sagrada Imagen que me inspira tanto amor
te pido por mis difíciles necesidades y problemas,
por las cuestiones que me son imposible de remediar
y que sé que Tú, Madre mía Guadalupana
puedes ayudarme a solucionar con prontitud
pues para Ti no hay imposibles:
(pedir con inmensa esperanza lo que se desea conseguir).
Virgen amada de Guadalupe,
que en tus apariciones dijiste:
"Soy la siempre Virgen María,
Madre del verdadero Dios",
y ciñes corona de Reina del universo,
por el amplio poder que te dio
la Divina Omnipotencia del Señor
para beneficiar a tus hijos en la tierra,
concédeme, Señora mía,
solución urgente en lo que he solicitado con tanta fe,
yo confío plenamente en tu benignidad
y sé que todos mis problemas
se resolverán de forma favorable,
por ello te doy las gracias de corazón por anticipado.
Y finalmente te pido, Virgen amada mía,
que me enriquezcas con los dones preciosos
de una caridad ardiente y fervorosa,
de una humildad profunda
y de una obediencia pronta al Señor.
Por Jesucristo, tu Hijo y nuestro hermano y Señor.
Así sea. +
Rezar siete Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos,