jueves, 25 de diciembre de 2014

NACIMIENTO DEL NIÑO DIOS


FELIZ  NAVIDAD..





HA  NACIDO  EL  SALVADOR

Cada 25 de diciembre se celebra la fiesta solemne del nacimiento de Jesucristo. Es un día de alegría y gozo porque el Señor ha venido al mundo a traernos la salvación. 
Evangelio según San Lucas 2, 1-14 
“En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Éste fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: - «No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: - «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.





"Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios". Léase  bien... La Palabra ERA DIOS, no era un dios. Él es, Él fue y Él será... total alegría en nuestros corazones por su llegada y total esperanza por su regreso. Mientras, para los que lo han recibido en su corazón   FELIZ NAVIDAD!!!!




La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar  al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.




domingo, 21 de diciembre de 2014

CUARTO DE DOMINGO


CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO








ENCENDIDO DE LA ÚLTIMA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO.


El cuarto domingo de Adviento y la Iglesia invita a mirar a María, la “Virgen del Adviento”, quien desde aquel “Sí” al ángel, por nueve meses preparó humildemente su casa y su corazón para tener en sus brazos al Salvador. Ella es quien abre las puertas de la Navidad.
Evangelio: Lucas 1,26-38
"Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo"
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.
Este domingo, las lecturas bíblicas y la predicación se centran en la disposición de la Virgen María ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y animan a "aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo".
Como ya está próxima la Navidad, la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos ayuda a esperar la alegría de esta gran fiesta.
En ambiente de familia, se recomienda que todos los preparativos sean con el firme propósito de aceptar a Jesús en el hogar, la comunidad, el trabajo, la parroquia, etc.











domingo, 14 de diciembre de 2014

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO


TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

Hoy se enciende la tercera vela, en esta ocasión es la rosada.




DOMINGO DE LA ALEGRÍA

Hoy se celebra el Tercer Domingo de Adviento, el domingo de la alegría
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 El tercer domingo de Adviento es llamado “domingo de gaudete”, o de la alegría, por la primera palabra del introito de la Misa: Gaudete, es decir, regocíjense.
En esta fecha se permite la vestimenta color rosa como signo de gozo, y la Iglesia invita a los fieles a alegrarse porque ya está cerca el Señor.
Evangelio: Juan 1,6-8.19-28
"En medio de vosotros hay uno que no conocéis."
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" El dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías." Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia." Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
En el Evangelio, Juan recuerda que la vida es un camino que debe ser llano y en el que es importante transitar sin baches, con un rumbo y un destino. El desobedecer los mandamientos es lo que comúnmente se dice “ir por mal camino”, extraviarse, entrar en una senda que lleva a una catástrofe.
La ruta de la salvación es la conversión, el volver al Señor, que está en medio de la vida cotidiana de cada uno. Por ello, encontrarse con Jesús es encontrar el camino seguro que nos lleva a la verdadera felicidad en el amor.
Domingos de “gaudete” y “laudete”
Hay dos domingos en el año que se permite usar el color rosa en la vestimenta y estos son el cuarto domingo de Cuaresma (laetare) y el tercer domingo de Adviento (gaudete) porque en medio de la “espera”, se recuerda que ya está próxima la alegría de la Pascua o de la Navidad, respectivamente.
En la corona de Adviento también se suele encender una vela rosada.








viernes, 12 de diciembre de 2014

VIRGEN DE GUADALUPE



VIRGEN DE GUADALUPE



“No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, le dijo la Virgen de Guadalupe al afligido Juan Diego un 12 de diciembre de 1531. Ella, la Emperatriz de América y Patrona de México, quiso dejar su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes y no creyentes.
Con motivo de esta gran celebración, las puertas de Basílica de San Pedro se abrirán hoy para que el Papa Francisco junto a miles de fieles latinoamericanos y 750 sacerdotes con celebrantes festejen una gran Misa criolla en castellano.
La historia de la Virgen del Tepeyac
Solo diez años después de la conquista de México, los misioneros tenían poco éxito en la evangelización y conversión de los nuevos pueblos, en gran parte por el mal ejemplo de los que llamándose cristianos, abusaban de los nativos.
El 9 de diciembre de 1531 la Virgen se le apareció a un humilde indio, convertido al cristianismo, llamado Juan Diego, en un lugar denominado Tepeyac. María se presentó como “la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios”.
La Reina del Cielo le encomendó que en su nombre le pidiese al Obispo Capitalino, el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una Iglesia en el lugar de la aparición.
El Obispo no aceptó la idea y la Virgen le pidió que insistiera. Al día siguiente, Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina cristiana y le pidió pruebas objetivas del prodigio.
El martes 12 de diciembre, la Virgen se le presentó y consoló a Juan Diego diciéndole “No temas…”  porque su tío ya estaba curado. Luego lo invitó a subir a la cima de la colina del Tepeyac para que recogiera flores y se las trajera.
A pesar de la estación invernal y la aridez del lugar, San Juan Diego encontró flores muy hermosas y la colocó en su “tilma”. La Virgen entonces le mandó que se las presentara al Obispo.
Estando frente al Prelado, el Santo abrió su “tilma” y dejó caer las flores. En el tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe y el Obispo y demás presentes cayeron de rodillas con gran asombro. Luego el Obispo pidió perdón.
Al día siguiente fueron al monte del Tepeyac, donde de inmediato la gente se ofreció para elevar el templo. Juan Diego pidió permiso y fue presurosamente a ver a su tío Juan Bernardino, que había estado muy grave de salud, y al llegar vio que su pariente estaba recuperado.
Allí Juan Diego le contó lo sucedido y el tío respondió diciendo que la Virgen también se le había aparecido y que Ella le había pedido que contara lo de su curación al Obispo.
Con el manto, la Virgen trajo reconciliación entre nativos y españoles porque con los símbolos que allí aparecen, las dos culturas podían entender perfectamente el mensaje del Cielo. De igual modo, les ayudó a comprender que la fe cristiana no es propiedad de nadie, sino un don de amor para todos.
En los 7 años después de las apariciones, hubo una conversión de 8 millones de nativos. Lo que es un promedio de 3 mil hombres diarios y que hace recordar a la predicación de San Pedro en el día de Pentecostés, en el que también se convirtieron 3 mil hombres aquella fecha.
Cada año se acercan a la venerada imagen alrededor de 20 millones de fieles y en el día de su fiesta, se calcula que casi tres millones acuden al santuario.
“Mucho quiero, ardo en deseos de que aquí tengan la bondad de construirme mi templecito, para allí mostrárselo a ustedes, engrandecerlo, entregárselo a Él, a Él que es todo mi amor, a Él que es mi mirada compasiva, a Él que es mi auxilio, a Él que es mi salvación”, dijo la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego.
“Porque en verdad yo me honro en ser madre compasiva de todos ustedes, tuya y de todas las gentes que aquí en esta tierra están en uno, y de los demás variados linajes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que me honren confiando en mi intercesión. Porque allí estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores”, añadió la Madre de las Américas.


SAN JUAN DIEGO


¿NO ESTOY AQUÍ YO, QUE SOY TU MADRE?

Oye y ten Entendido, hijo mio El Más pequeño, Que es nada Lo Que Te asusta y aflige.No se turbe Tu Corazón, sin Temas ESA ni Ninguna otra enfermedad o angustia. ¿Acaso no yo Aquí Estoy, Que Soy tu madre? ¿No Estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿No Estás Por ventura en mi regazo? ... ".


MI VIRGENSITA




ORACIÓN

Santa María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tu eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén.




ORACIÓN
Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra. Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.
Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la mas tierna, la mas compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.
Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros. AMÉN.

lunes, 8 de diciembre de 2014

INMACULADA CONCEPCIÓN


INMACULADA CONCEPCIÓN









 Cada 8 de diciembre la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. El dogma de fe según el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción. Es decir, desde el instante en que comenzó su vida humana.
A mediados del siglo XIX, el Papa Pío IX, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, ante más de 200 cardenales, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, declaró con su bula “Ineffabilis Deus”:
“Que la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
En Roma se envió una gran cantidad de palomas mensajeras en todas las direcciones llevando la gran noticia. Y en los 400 mil templos católicos del mundo se celebraron grandes fiestas en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.



" María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que hágase en mí lo que has dicho". Dios tiene sus manos libres cuando, al igual que María le damos nuestro "hágase"; no es dejar de pensar, es pensarlo mejor, y dejar en sus manos ideas y proyectos. Él te ama, y contigo y junto a ti hará, como siempre, lo mejor.

ORACION:
Virgen Santa e Inmaculada, (Oración del Papa Francisco para hacerla nuestra)
a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo
y el amparo maternal de nuestra ciudad, nos acogemos con confianza y amor.

Eres toda belleza, María.
En Ti no hay mancha de pecado.
Renueva en nosotros el deseo de ser santos:
que en nuestras palabras resplandezca la verdad, que nuestras obras sean un canto a la caridad,
que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad, que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio.
Eres toda belleza, María.
En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.
Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor:
que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos,
que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos siempre la vida humana.
Eres toda belleza, María.
En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios.
Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo:
que la luz de la fe ilumine nuestra vida, que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,
que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón, que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.
Eres toda belleza, María.
Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica: que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca,
que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra ciudad y al mundo entero.
Amén.



sábado, 6 de diciembre de 2014

SAN NICOLAS DE BARI


6  DE DICIEMBRE DÍA DE SAN NICOLAS DE BARI







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SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO



Marcos 1, 1-8: Preparen el camino al Señor

El adviento en sí mismo es un tiempo de expectativa, de preparación, de disposición, de esperanza, de búsqueda, porque está marcado por la espera del Señor. Es buscar disponer nuestro corazón para que el Señor pueda nacer en cada uno de nosotros, para que Él tenga un lugar en nuestras vidas.


Juan el Bautista no es sólo un personaje del pasado. Su mensaje de conversión y su anuncio del Mesías, su modo de vivir y su predicación apuntaban a Jesús. En este adviento se dirige a cada uno de nosotros.

Y aun sabiéndonos indignos, como Juan, nos brota del corazón una oración agradecida, porque Dios se ha fijado en nosotros para continuar anunciando a todas las gentes nuestra esperanza en el Señor que viene.

Juan el Bautista anunciaba la inmediata venida del Mesías, la cercanía del Reino de Dios. Todo misionero encarna y vive con intensidad el papel de precursor, anuncia a los pobres el Reino de Dios que está en forma de semilla en el mundo: “Dar a conocer a Dios a los pobres, anunciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el reino de los cielos y que ese reino es para los pobres. ¡Qué grande es esto!... sí: evangelizar a los pobres es un oficio tan alto que es, por excelencia, el oficio del Hijo de Dios! Y a nosotros se nos dedica a ello como instrumentos por los que el Hijo de Dios sigue haciendo desde el cielo lo que hizo en la tierra. ¡Qué gran motivo para alabar a Dios, hermanos míos, y agradecerle incesantemente esta gracia!

Compromiso: 
•Personal: hacer de Juan Bautista durante la semana: siendo portador de la buena noticia de este domingo, para alguna persona alejada.


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jueves, 4 de diciembre de 2014

NOVENA A LA VIRGEN DE GUADALUPE







VIRGEN DE GUADALUPE


HOY DIOS MEDIANTE  4  DE DICIEMBRE INICIAMOS LA NOVENA A LA TIERNÌSIMA MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA LA SANTÍSIMA VIRGEN DE GUADALUPE.!!

CON MUCHO AMOR, LES DEJO LA NOVENA COMPLETA, ASÍ LA DIFUNDEN Y LA COMPARTEN CON AMOR A TODOS. NOSOTROS LA ESTAREMOS REZANDO A LAS 17 HORAS DE CADA DÍA. CON MUCHO AMOR LOS BENDIGO A CADA UNO DE USTEDES. LA PAZ DE CRISTO Y EL AMOR DE MARÍA.
NOVENA COMPLETA A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Puesto de rodillas delante de la imagen de María Santísima, hecha la señal de la Cruz, se dice el siguiente:
Acto de Contrición.
Acto de contrición. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonéis y me des gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe.

Hacer la petición que se desea y Rezar cuatro Salves en memoria de las cuatro Apariciones.
Primer Día
¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa Corona con que ciñes tus sagradas sienes, publica que eres reina del universo. Lo eres, Señora, pues como Hija, Madre y Esposa del Altísimo tienes un absoluto poder, y un justísimo derecho sobre todas las criaturas. Siendo esto así, yo también soy tuyo: yo también pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento de ser tuyo por esta tan alta jurisdicción que tienes sobre todos, quiero ser tuyo por otro titulo mas, esto es, por la elección de la voluntad. Ves, aquí pues, postrado delante del trono de tu majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo, quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti, y quiero que los designios que tiene de mí la Providencia divina pasen por tus manos. Dispón de mí como te agradare: los sucesos y lances de mi vida quiero que todos los corran por tu cuenta. Confío de tu benignidad, que todos se enderezaran el bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto se complace de que todo el mundo te reconozca por su Reina. Amen.
.Terminar con un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Segundo Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Que bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos, las juntas ahora en el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver, que desde el trono de la gloria en el que asistes, como Reina de los Ángeles y hombres, hace también oficio de Abogada, rogando y procurando a favor nuestro. ¿Con que afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tantas finezas? Mas no hay en mi corazón suficiente caudal para pagarlo, a Ti acudo para que me enriquezcas, con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor. Esfuerza tus suplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso que me haga suyo, y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu abogación en la gloria. Amen.
Tercer Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del solo, sino que estas tan íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en ti cosa alguna que no sea luz, que no sea gracia, y que no sea santidad? ¿Qué puedo creer sino que estas anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su corazón? Sea para bien, Señora, tan alta felicidad. Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ella me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacía mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento: enciende con su luz mi voluntad: haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte a ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme que me engaño miserablemente cuando año alguna cosa que no sea a mi Dios, y cuando no te amo á Ti. Amen.
Cuarto Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies, que en prueba de su gozo abre los brazos, y extiende las alas para formar en ella repisa a tu Majestad, ¿Qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, sino ofrecerte, no ya la cabeza ni los brazos, sino el corazón y mi alma para que santificándolas con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía? Dígnate, Señora de admitir este obsequio: no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el merito que le falta por mi miseria y pobreza, lo recompenso con la buena voluntad y los deseos. Entra a revisar mi corazón y veras que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo, y el temor de ofender a tu Hijo Divinismo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Amen.
Quinto Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué otro vestido le correspondería a quien es un cielo por su hermosura, sino un todo de estrellas? ¿Con que podrá adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de una virtudes tan lucidas y tan resplandecientes como las tuyas? Bendita la mano mil veces de aquel Dios que supo unir en Ti, hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica, con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, quisiera que mis ojos se fijaran siempre en Ti para que mi corazón no se dejara arrastrar por otro afecto que de amor tuyo. Infunde, pues, Madre mía, en mi corazón ardiente llama de la caridad para que con todas mis fuerzas no ame mas que a Dios y a Ti en quien tengo depositadas todas mis esperanzas. Amen.
Sexto Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Que bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo criado, jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: desde tu primer instante estuviste llena de gracia. Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud, y solo soy constante en mis viciosas costumbres. Duélete de mi, Madre amorosa y tierna: ya que soy como la luna en ni inconstancia, sea como la luna que esta a tus pies: esto es, firme siempre a tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que este siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procurare dar el lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa a mi Dios. Amen.
Séptimo Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Nada, nada veo en este tu hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las altas perfecciones de que dotó el Señor a tu alma inocentísima. ¡Ese lienzo grosero y despreciable! Ese pobre, pero feliz ayate en el que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad. No te desdeñaste al tomar la tilma podré de Juan Diego, para que en ella se estampase tu rostro, que es encanto de los Ángeles, hechizo de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿Cómo no he de esperar yo de tu benignidad, que la pobreza y miseria de i alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima? Yo te pido, Señora, y para esto te ofrezco las telas de i corazón. Tómalo, Señora en tus manos, y no lo dejes jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amen.
Octavo Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Que misteriosa y que acertada anduvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición! Aludió sin duda aquel finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron enriquecidas tus operaciones. ¿Y quien duda, Señora, que esta encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no por verte triunfante en la patria, te haz olvidado de nosotros? Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable: dale la mano a quien caído te invoca para levantarse: tráete la gloria de haber encontrado en mi u a miseria proporcionada, mas que todas, a tu compasión y misericordia. Amen.
Noveno Día.
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá imposible a tu poder, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad, ni la grosería del ayate le sirvan de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en mas de tres siglos ha sido capaz de destrozarlo ni borrarle? ¡Que motivo tan fuerte este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, y acordándote del amplio poder que te dio la divino Omnipotencia de Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas! No embarace a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate solo mirarme, y ya con esto alentare mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras, no se conmuevan tus entrañas sobre mi que soy tan miserable. Mi única esperanza, después de Jesús, eres Tú, Sagrada Virgen María. Amen.
Oración que se debe decir al final todos los días.
¡Oh Madre amorosísima mía, Santísima Virgen de Guadalupe! Bien lo sabéis Señora, bien sabéis que desde mi tierna edad os eh mirado reverenciado como Madre, como Abogada y Protectora. Vos habéis querido desde entonces miradme como uno de vuestros hijos. Cuantas gracias y mercedes eh recibido de Dios, conozco haberlas recibido por vuestro medio. ¡Que descuido tan grande el mío! ¡Que infelicidad tan grosera el no haberos servido y obsequiado con una puntualidad y amor igual a vuestra bondad! Mas ya desde hoy protesto honraros, serviros y amaros, como corresponde a un hijo atento, amante y reconocido. No fue otro el fin de vuestra venida as este suelo, sino hacernos presente, traernos a la memoria el amor, cuidado y solicitud que como Madre tienes de nosotros: pues ya me doy, Señora, por entendido, y recurro a Vos como Madre: no sean parte mis maldades para que apartáis de mi los ojos de misericordia. Haced que viva como hijo vuestro, pues no es otro mi deseo sino agradaros y serviros en esta vida, y después de ella daros en el cielo los agradecimientos de las misericordias que Dios me ha concedido por vuestra intercesión. Amen.



lunes, 1 de diciembre de 2014

Llego Diciembre



LLEGO DICIEMBRE



Que La Paz, la Alegría, el Amor y la Unión que reine en todos nuestros CORAZONES y en nuestros HOGARES, y en este tiempo sean más familias cada vez más, que se reconcilien, que se unan y que compartan la llegada de JESÚS entre nosotros.

Oración

Tu me has mandado estar atento, mi Señor, esperando tu venida. Ahora bien, yo esperaré también a que Tu llenes mis sueños, para así seguir atento a lo que tu me quieras decir, inclusive mientras descanso...así sea. AMÉN.



YO TAMBIÉN LO QUIERO ESPERAR...

Como Tú Virgencita mía
con los brazos abiertos
y el corazón preparado
Con el alma dispuesta
y mi vida entera entregada.
Yo también lo espero mi Madre
con ansias renovadas
sabiendo que mi Niño Rey
ya viene a colmar de amor mi alma.





domingo, 30 de noviembre de 2014

TIEMPO DE ADVIENTO


TIEMPO DE ADVIENTO







Primer Domingo de Adviento: El amor familiar.

Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se apagan las luces y se lee el texto de San Juan 4, 7-11:

Armémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, p
ero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.
-Esta es palabra de Dios.
-Te alabamos Señor.
Oración:
Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Vela:
Encender la primera vela recordando qué significa penitencia, conversión de corazón.
Para reflexionar:
Hacer la siguiente pregunta ¿Cómo hemos amado este año en nuestra familia? El que desee responder en alto, lo puede hacer.
Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.
Oración:
Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el adviento, en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor divino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro.
 — 







CORONA DE ADVIENTO


La Corona de Adviento se realiza el último domingo del mes de Noviembre y cada domingo hasta llegar el cuarto se enciende una vela a la vez.

La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Sugerencias
a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.
b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.
c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.
d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.
Por ejemplo:
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas.


- Primer Domingo: La vela nos invita a despertar, a iniciar el camino por el lugar correcto, a abandonar lo que nos impide prepararnos para la venida de Jesús.

- Segundo Domingo: La vela nos lanza a ponernos en camino, como Juan el Bautista, limpiando y arreglando tantos obstáculos e impedimentos que nos imposibilitan la llegada a Belén.

- Tercer Domingo: La vela nos hace buscadores de la LUZ verdadera. Para ello hemos de orientarnos con la brújula de la Palabra de Dios.

- Cuarto Domingo: La vela nos introduce en el Corazón de María, que es un corazón que acoge y que es propiedad absoluta de Jesús.